Fui sobre agua edificada mis muros de fuego son
La ciudad de Madrid tiene un lema que le acompaña desde el siglo XII, que se remonta a la historia de su fundación y que dice: » Fui sobre agua edificada mis muros de fuego son «.
Este lema nos lo recuerda un mural pintado por Alberto Corazón en la fachada de un edificio de la bonita plaza de Puerta Cerrada:
No muchos se percatan de este detalle que acompaña a esta plaza, y aquellos que son conocedores de estas palabras, sin duda alguna se preguntan ¿De dónde viene este lema?
Pues veréis, para conocer el significado de “Fui sobre agua edificada”, nos tenemos que remontar a los mismísimos orígenes de lo que hoy conocemos como la ciudad de Madrid, al siglo IX. Y es que la zona en la que hoy se asienta la capital, estaba ya repleta de multitud de ríos y aguas subterráneas que han regado la vida y huerta madrileña históricamente. Este agua subterránea era tan importante, que incluso aquellos musulmanes que allá por el siglo IX se asentaron por primera vez en la zona y crearon lo que hoy es Madrid, le dieron a ese primer refugio el nombre de Mayrit, que significa “arroyo madre”. Así que conociendo que ese agua sobre “el que fue edificada” le acabaría dando nombre a la propia ciudad, es lógico que forme parte de su lema. Pero aún nos queda por descubrir la otra parte del mismo, ese “mis muros de fuego son”.
Para conocer su significado nos tenemos que ir a las murallas que han protegido a la villa de Madrid, más concretamente a las primeras que fueron levantadas específicamente por orden de Mohamed I. Esa muralla que a día de hoy podemos encontrar frente a la Catedral de la Almudena en la llamada Cuesta de la Vega, se construyó con la roca que se podía encontrar en la zona, el sílex, también conocido como piedra de pedernal. Una roca que ya desde la prehistoria se había utilizado para hacer herramientas como cuchillos, puntas de lanza o… ¡para prender fuego! Ya que si golpeabas esta piedra con otras piedras duras o metal, hacía que saltasen chispas… ¿veis ya por donde vamos?
En los diferentes ataques que la villa de Mayrit sufrió por parte de los cristianos en su intento de reconquistarla, cuando esas lanzas y flechas que arrojaban, chocaban con la muralla de Mayrit hecha en sílex… ¡saltaban chispas! Haciendo que desde lejos, la imagen que producía era que los muros de la villa estaban hechas de ¡Fuego!
Y así es como el agua que nos dio nombre, y los muros que nos han protegido históricamente nos dan un lema tan bonito como desconocido a la ciudad de Madrid: «Fui sobre agua edificada mis muros de fuego son»
Pero no es el único secreto que podemos encontrar en la antigua plaza de Puerta Cerrada y es que su nombre mismo nos cuenta una historia. Esta plaza es llamada así porque en ella se encontraba desde el mismo siglo XII hasta el XVI una de las puertas que daba acceso a la villa de Madrid la muralla… ¡Cristiana! Una plaza puerta que se abría en la muralla cristiana y de la que se decía que al estar cerca de los arrabales de la ciudad (barrios extramuros) eran muy comunes las disputas, peleas y riñas en ella misma, así que se decidió que se cerraría por las noches a cal y canto para evitar problemas. Y oye, si la puerta casi siempre estaba cerrada, ¿que mejor nombre que el que recibió para poder situarla fácilmente?
Y así es como en esta plaza tan castiza se une la historia de Madrid, sus orígenes musulmanes y su desarrollo cristiano, esos dos polos opuestos que nos han hecho ser como somos hoy en día.
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Interesante y, al parecer, lógica explicación de este lema de Madrid.
Suelo caerme por Madrid de vez en cuando y vago sin ton ni son y nunca dejo de sorprenderme de las cosas que veo.
Gracias.