Estatua de Felipe III - Casa de la Panadería

La Casa de la Panadería – Un Paseo por su Historia

La Casa de la Panadería es uno de los edificios más icónicos de Madrid, situado en la majestuosa Plaza Mayor, es el único edificio que sobresale por sus pinturas, rompiendo con el rojo dominante. Su historia es tan fascinante como la propia plaza que la alberga, y ha pasado por varias etapas a lo largo de los siglos, lo que la convierte en un lugar cargado de anécdotas, arte y cambios en su función.

Un origen ligado a la Plaza Mayor

Construida entre 1590 y 1619, durante el reinado de Felipe II y Felipe III, la Casa de la Panadería fue originalmente concebida para cumplir una función muy distinta a la actual. Como su nombre lo indica, la estructura albergaba una tahona que se encargaba de controlar la producción y distribución de pan en la ciudad. En aquella época, el pan era un alimento esencial y controlar su distribución implicaba una tarea de gran responsabilidad y poder. Esta función económica y administrativa colocó al edificio en el corazón de la vida cotidiana de los madrileños de la época.

Casa de la Panadería
Casa de la Panadería – Plaza Mayor

Tres incendios y una reconstrucción inesperada

Como muchos otros rincones del Madrid antiguo, la Plaza Mayor fue azotada por numerosos incendios a lo largo de su historia. La Casa de la Panadería no fue la excepción. El primero de estos incendios ocurrió en 1631, pocos años después de que la plaza y sus edificios estuvieran finalizados. Sin embargo, la estructura fue rápidamente reconstruida bajo la dirección de Juan Gómez de Mora, quien mantuvo la planta original del edificio.

Los frescos de la Casa de la Panadería que hoy decoran su fachada, tan coloridos y simbólicos, no siempre estuvieron allí y los que se pueden admirar a día de hoy apenas tienen 30 años. Tras los incendios, la Casa de la Panadería pasó por varias restauraciones, siendo una de las más significativas la llevada a cabo en 1992 por el pintor Carlos Franco.

Los frescos actuales, en tonos rojizos y anaranjados, representan figuras mitológicas que rinden homenaje a la historia y la cultura española, una reinterpretación de un descubrimiento inesperado, pues hasta el momento de llevar a cabo esta restauración se desconocía el diseño peculiar y diferenciador de este lugar, pues contaba con diseños barrocos y renacentistas, diferentes a los que podemos ver hoy día, pero que alguna vez adornaron el edificio. Franco, con su estilo particular, consiguió integrar a la perfección estos elementos artísticos en el contexto clásico de la plaza y entre algunos de estos protagonistas de la mitología podemos encontrar a la diosa Cibeles, símbolo de la ciudad de Madrid, o al dios Cupido, entre otros.

De la administración real a centro cultural

Aunque su primera función fue controlar el suministro de pan, la Casa de la Panadería ha tenido muchos usos a lo largo de los siglos. Durante el reinado de Felipe III, el edificio también sirvió como sede administrativa, siendo el lugar donde se celebraban eventos y ceremonias reales. En los balcones de la Casa de la Panadería, la realeza observaba las corridas de toros, procesiones religiosas, y diversos espectáculos populares que se celebraban en la Plaza Mayor.
En épocas posteriores, el edificio se transformó en sede de la Real Academia de la Historia, consolidando su rol como epicentro cultural. Actualmente, el edificio alberga la Oficina de Turismo de Madrid, lo que permite a los visitantes acceder a su interior y descubrir más sobre la historia del lugar, así como un registro civil, lo que la hace testigo, en múltiples ocasiones, de uniones civiles a lo largo del año.

La Casa de la Panadería hoy

La Plaza Mayor ha sido, a lo largo de los siglos, el escenario de innumerables eventos importantes, desde fiestas populares hasta ejecuciones públicas. Los balcones de la Casa de la Panadería, por su ubicación privilegiada, siempre han sido el lugar desde el cual los dignatarios y la nobleza observaban estas celebraciones.

Hoy en día, la Casa de la Panadería sigue siendo uno de los edificios más fotografiados de Madrid, atrayendo a turistas de todo el mundo. Su ubicación en la Plaza Mayor, que también ha sido testigo de la historia viva de la capital, hace que ambos lugares estén estrechamente vinculados al pasado y presente de la ciudad.

Este monumento no solo representa la historia de la producción de pan en Madrid, sino que es un testimonio vivo de cómo la ciudad ha sabido reinventarse y conservar su esencia a lo largo de los siglos. Si estás haciendo turismo en Madrid, no dudes en detenerte frente a la Casa de la Panadería para admirar su fachada, descubre esta y otros secretos o curiosidades del Madrid histórico reservando tu Free Tour Madrid con nosotros!

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